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  • Abadox: The Deadly Inner War [NES]

    Abadox: The Deadly Inner War [NES]

    PARTE I – El Grito Silencioso de una Era Despiadada

    Abadox: The Deadly Inner War [NES]

    Cierra los ojos por un instante y regresa a 1990. Los salones recreativos aún resplandecen con luces de neón, pero la verdadera guerra se libra en casa, en la pantalla de un televisor de tubo conectado a una Nintendo Entertainment System. En esa era de héroes pixelados y desafíos legendarios, llegó un título que no se conformaba con ser difícil: quería ser visceral. Abadox: The Deadly Inner War, conocido en Japón como 暴生命体アバドックス (Bō Seimeitai Abadokkusu, o «Violent Life-Form Abadox»), fue un grito de horror cósmico en un cartucho de 8 bits. Desarrollado por el talentoso equipo de Natsume y publicado en occidente por la inesperada Milton Bradley, este juego se desmarcó del típico shoot ‘em up espacial. Su género era claro, un shmup de scroll mixto, pero su temática era una inmersión grotesca en el body horror, un viaje a las entrañas de una bestia alienígena que lo devoraba todo. Lanzado originalmente en Japón a finales de 1989 y en Norteamérica en marzo de 1990, nuestro análisis de Abadox para NES explora por qué este título se convirtió en una joya de culto inolvidable y brutal.

    PARTE II – Una Princesa en las Entrañas del Monstruo

    La narrativa de Abadox es pura ciencia ficción de serie B de los 80, y eso es un cumplido. El planeta Abadox ha sido consumido por un gigantesco organismo alienígena llamado Parasitis. La criatura no solo ha engullido el planeta, sino que se ha asimilado con él, convirtiéndolo en un laberinto de órganos pulsantes y arterias corrompidas. En medio del caos, la Princesa María es capturada y llevada a las profundidades de la bestia. Eres el Segundo Teniente Nazal, el último piloto de combate de la flota, y tu misión es una locura suicida: adentrarte en el cuerpo viviente de Parasitis para destruir su núcleo y rescatar a la princesa. La historia, contada a través de una breve introducción en el juego y el manual de instrucciones, era simple pero increíblemente efectiva. Su aspiración no era la complejidad, sino crear una atmósfera opresiva y desesperada, algo que lograba con creces a través de su inolvidable narrativa ambiental. Cada pared que parecía respirar y cada enemigo que parecía una célula mutada te recordaba que no estabas en el espacio, sino dentro de algo vivo y letal.

    PARTE III – El Despiadado Ballet de la Supervivencia

    Hablar del gameplay de Abadox es hablar de precisión, reflejos y una paciencia casi divina. El juego alterna de forma magistral entre niveles de scroll horizontal y vertical, manteniendo al jugador constantemente alerta. A los mandos, Nazal se siente rápido y responsivo, pero también terriblemente vulnerable: un solo toque enemigo significa la muerte instantánea. El sistema de power-ups es clásico pero efectivo: aumentos de velocidad, disparos láser, ondas expansivas y, el más codiciado, los escudos orbitales que giran a tu alrededor. La innovación de Abadox no radicó en inventar nuevas mecánicas, sino en aplicarlas a un diseño de niveles brillante y a una dificultad extrema. Perder una vida implicaba perder todos tus valiosos power-ups, devolviéndote a un estado de debilidad casi total. Esto convertía ciertos puntos de control en verdaderas trampas mortales, cimentando su reputación como un claro exponente del «Nintendo Hard». Cada avance era una victoria ganada con sudor y cada pantalla superada, un logro monumental.

    PARTE IV – Un Legado Forjado en Dificultad y Respeto

    En su momento, Abadox fue bien recibido por la crítica. Revistas como Nintendo Power elogiaron sus gráficos detallados y grotescos, su banda sonora trepidante y su acción incesante. Sin embargo, su dificultad fue un punto de división: algunos la celebraron como un desafío justo, mientras que otros la consideraron frustrante. Visto con la perspectiva actual, ¿ha envejecido bien? Jugablemente, sigue siendo tan sólido y exigente como entonces. Sus controles son precisos y sus patrones enemigos, aunque mortales, son aprendibles. Técnicamente, es uno de los títulos más impresionantes del catálogo de NES, con un scroll suave y sprites enormes que rara vez parpadean. Su legado es el de un clásico de culto. Aunque no redefinió el género como Gradius o R-Type, su temática única de body horror y su calidad general lo han mantenido en la memoria de los jugadores más dedicados, siendo un testimonio del talento de Natsume para crear experiencias de acción pulidas e inolvidables en la era de los 8 bits.

    PARTE V – El Silencio del Idioma

    La localización de videojuegos en la era de NES para mercados hispanohablantes era, en el mejor de los casos, una rareza. Como era de esperar, Abadox: The Deadly Inner War nunca recibió una traducción oficial al español en su lanzamiento original. El juego llegó a las regiones PAL en inglés. Afortunadamente, la carga narrativa es muy ligera, por lo que la barrera del idioma es prácticamente inexistente para disfrutar de su jugabilidad. Sin embargo, la dedicación de la comunidad de fans ha suplido esta carencia. Gracias a la escena del romhacking, existen traducciones no oficiales al español realizadas por grupos como Paladin Knights, Wave y Hammer☆Keyboard☆Studios, permitiendo a los jugadores hispanohablantes disfrutar de la escasa pero atmosférica narrativa del juego en su idioma.

    PARTE VI – Resucitando la Bestia

    A fecha de 3 de septiembre de 2025, las vías para experimentar este clásico son limitadas pero accesibles. Si te preguntas cómo jugar este análisis de Abadox para NES por ti mismo, aquí tienes las opciones:

    • La Vía Purista (Hardware Original): La forma más auténtica. Necesitarás una consola NES (o un clon compatible como la Analogue Nt mini) y el cartucho original. Debido a su estatus de culto, el cartucho puede tener un precio moderado en el mercado de segunda mano.
    • Reediciones Oficiales: Desafortunadamente, y de manera incomprensible, Abadox no ha recibido ninguna reedición oficial en las plataformas modernas. No está disponible en la Consola Virtual, ni en Nintendo Switch Online, ni en colecciones como las de Evercade. Es un clásico tristemente atrapado en su era.
    • La Emulación Responsable: Para la gran mayoría, la emulación es la única forma viable de acceder a esta joya. Utilizando emuladores precisos como Mesen o Nestopia en un PC o dispositivo compatible, puedes preservar y disfrutar del juego tal y como fue diseñado. Es la mejor manera de descubrir por qué Abadox sigue siendo tan venerado.

    PARTE VII – El Arte Grotesco y la Música Adrenalínica

    Detrás de la pesadilla visual y sonora de Abadox se encontraban artistas y músicos de gran talento. Aunque los créditos de la época eran escuetos, se atribuye la memorable banda sonora a Kiyohiro Sada, un compositor que supo exprimir el chip de sonido 2A03 de la NES para crear temas rápidos, melódicos y cargados de tensión que complementaban la acción a la perfección. La dirección artística es, sin duda, su elemento más distintivo. Con una clara inspiración en la obra de H.R. Giger (Alien), los escenarios son un festín de detalles bio-mecánicos: paredes de carne, ojos que te siguen desde el fondo, y jefes que parecen órganos internos mutados. El uso de la limitada paleta de colores de la NES es magistral, creando un ambiente opresivo y claustrofóbico que pocos juegos de la consola lograron igualar.

    PARTE VIII – Secretos Enterrados en las Vísceras del Juego

    • La investigación profunda de Abadox desentierra detalles fascinantes. Una de las curiosidades más notables son las diferencias en las portadas. La carátula japonesa muestra a un piloto de estilo anime frente a una criatura, mientras que la versión norteamericana, mucho más famosa, es una ilustración increíblemente detallada y terrorífica de un astronauta siendo consumido por la superficie orgánica del planeta-monstruo. Esta portada fue, para muchos, el principal gancho de venta y una promesa de la intensidad que contenía el cartucho.
    • Dentro del juego no hay trucos tan famosos como el Código Konami, pero sí existen continuaciones secretas: si mantienes presionado A y B en el mando 2 en la pantalla de «Game Over», a veces podías continuar desde el principio del nivel.
    • Además, existían rumores sobre la dificultad; se dice que la versión japonesa podría ser ligeramente más fácil en ciertos aspectos, una práctica común en la época para adaptar los juegos al mercado de alquiler norteamericano, que demandaba desafíos mayores.

    Si la dificultad de Abadox te parece un desafío, no te pierdas nuestro análisis de Contra, otro de los pilares del «Nintendo Hard o la temática de horror biológico de Abadox recuerda a la saga Metroid, cuyo análisis puedes leer aquí.

  • A Nightmare on Elm Street [NES]

    A Nightmare on Elm Street [NES]

    PARTE I – Bienvenidos a Elm Street

    Hay un arcoíris que los jugadores veteranos no recuerdan con cariño, sino con una mezcla de temor y escepticismo. Era el logo de LJN, una compañía que prometía llevar la magia del cine a nuestras consolas de 8 bits, pero que a menudo nos entregaba frustración en un cartucho gris. Sin embargo, en medio de su irregular catálogo, existen joyas extrañas y experimentos fascinantes. Hoy nos calzamos las zapatillas, evitamos quedarnos dormidos y nos adentramos en los pasillos de Elm Street para enfrentarnos a Freddy Krueger en el análisis de A Nightmare on Elm Street para NES, una aventura de terror sorprendentemente ambiciosa y cooperativa que se atrevió a soñar de forma diferente.

    Antes de que el terror se volviera poligonal, el miedo en los videojuegos se construía con sprites, música chirriante y una dificultad infernal. En este caldo de cultivo, A Nightmare on Elm Street (sin un título japonés relevante, ya que fue un desarrollo occidental) aterrizó como una propuesta única. Clasificado como un juego de acción y plataformas con elementos de beat ‘em up, el título fue desarrollado nada menos que por Rare, el legendario estudio británico que ya entonces era conocido por su maestría técnica en el hardware de Nintendo. La publicación corrió a cargo de LJN, famosa por sus adaptaciones de licencias. El juego vio la luz por primera vez en Norteamérica en octubre de 1989, llegando a Europa en 1990, consolidándose como uno de los cartuchos de terror más reconocibles del catálogo de la Nintendo Entertainment System (NES).

    PARTE II – Los Últimos Niños de Elm Street

    La premisa del juego nos pone en la piel de un adolescente normal que vive en la calle Elm. El problema es que el infame Freddy Krueger está cazando a los jóvenes en sus sueños. El objetivo es simple y aterrador: debemos recorrer las inmediaciones de Elm Street para encontrar y destruir todos los restos mortales de Krueger, esparcidos por distintos lugares, antes de que caigamos dormidos y nos convirtamos en su próxima víctima. La historia, aunque simple, captura la esencia de la tercera película de la saga, «Dream Warriors», al permitir que varios jóvenes unan sus fuerzas. Se cuenta principalmente a través del manual de instrucciones, con el propio juego lanzándote directamente a la acción. No hay cinemáticas, pero la narrativa ambiental hace un gran trabajo: las casas suburbanas, el cementerio o el instituto abandonado hablan por sí solos, creando una atmósfera de desolación y peligro constante.

    La premisa del juego nos pone en la piel de un adolescente normal que vive en la calle Elm. El problema es que el infame Freddy Krueger está cazando a los jóvenes en sus sueños. El objetivo es simple y aterrador: debemos recorrer las inmediaciones de Elm Street para encontrar y destruir todos los restos mortales de Krueger, esparcidos por distintos lugares, antes de que caigamos dormidos y nos convirtamos en su próxima víctima. La historia, aunque simple, captura la esencia de la tercera película de la saga, «Dream Warriors», al permitir que varios jóvenes unan sus fuerzas. Se cuenta principalmente a través del manual de instrucciones, con el propio juego lanzándote directamente a la acción. No hay cinemáticas, pero la narrativa ambiental hace un gran trabajo: las casas suburbanas, el cementerio o el instituto abandonado hablan por sí solos, creando una atmósfera de desolación y peligro constante.

    PARTE III – Sobreviviendo al Mundo de los Sueños

    El gameplay de A Nightmare on Elm Street para NES es una ingeniosa mezcla de géneros. La mecánica central es la «barra de sueño». Mientras estamos despiertos, controlamos a nuestro personaje en un plano de scroll lateral, golpeando enemigos mundanos como serpientes, murciélagos y zombis. Sin embargo, si nos quedamos quietos o recibimos daño, la barra de sueño disminuye. Al vaciarse, somos transportados al Mundo de los Sueños.

    Aquí es donde el juego brilla. El entorno se vuelve más oscuro y siniestro, los enemigos se transforman en criaturas demoníacas y, lo más importante, ¡nosotros también cambiamos! Al recolectar potenciadores, podemos convertirnos en uno de los tres «Dream Warriors»:

    Mago: Lanza proyectiles mágicos y puede flotar.

    Acróbata: Capaz de saltar más alto y realizar patadas voladoras.

    Ninja: Lanza estrellas shuriken y se mueve con gran agilidad.

    Esta dualidad entre el mundo real y el onírico es la gran innovación del juego. La gestión del sueño se convierte en un recurso estratégico: a veces, querrás entrar deliberadamente en el Mundo de los Sueños para usar tus poderes, aunque sea mucho más peligroso. La curva de dificultad es elevada, muy típica de la época, pero rara vez se siente injusta. Los patrones de los jefes, incluido el propio Freddy, requieren memorización y habilidad, encajando en la filosofía del «Nintendo Hard».

    PARTE IV – El Legado Inmortal del Guante de Cuchillas

    En su momento, la recepción crítica de A Nightmare on Elm Street para NES fue mixta. Medios como Nintendo Power elogiaron su atmósfera y su original mecánica del sueño, pero otros criticaron su dificultad y ciertos controles algo rígidos. Visto con la perspectiva actual, el juego ha envejecido sorprendentemente bien. Su ambición es palpable, especialmente la inclusión de un modo para cuatro jugadores simultáneos (usando el NES Four Score o el NES Satellite), una característica rarísima y muy adelantada a su tiempo.

    Su legado es el de un clásico de culto. Aunque no influyó en la industria de la misma forma que otros gigantes del sistema, demostró que era posible crear un juego de terror atmosférico y mecánicamente interesante dentro de las limitaciones de los 8 bits. Para muchos, es el mejor juego de LJN y una prueba temprana del talento inagotable de Rare.

    PARTE V – La Pesadilla que Nunca Habló Español

    Oficialmente, el juego nunca fue traducido al español en su lanzamiento original para la NES. Sin embargo, la dedicación de la comunidad de romhacking ha remediado esto. Gracias a su trabajo, hoy en día existen traducciones al español hechas por fans que permiten disfrutar de la escasa pero atmosférica narrativa en nuestro idioma. En particular, destacan la traducción realizada por ShinjiE (Arkadia Translations) y otra más reciente por JONNYVILLA2088, quienes merecen todo el crédito por preservar y hacer más accesible este clásico.

    PARTE VI – Cómo Despertar a la Bestia Hoy

    Si quieres enfrentarte a Freddy en la actualidad, tienes varias vías legales y accesibles para hacerlo:

    • Experiencia Purista (Hardware Original): La forma más auténtica es conseguir un cartucho original y una consola NES. Los precios del cartucho en el mercado de segunda mano son relativamente asequibles, convirtiéndolo en una pieza accesible para los coleccionistas.
    • Reediciones Oficiales: La forma más moderna y sencilla de jugar es a través de las colecciones de Evercade. El juego está incluido en el cartucho «LJN Video Art Vol. 1» para esta consola portátil y de sobremesa enfocada en el retro, garantizando una emulación perfecta y legal.
    • Emulación Responsable: Utilizando un emulador de NES en PC o en otros dispositivos, puedes jugar al ROM del juego. Esta vía es ideal para disfrutar de funciones como los save states, que ayudan a mitigar la elevada dificultad original.

    PARTE VII – El Arte y la Música del Terror de 8-bits

    Detrás del apartado audiovisual se encuentra el legendario compositor David Wise, conocido principalmente por su trabajo en la saga Donkey Kong Country. Su mano se nota en la banda sonora de A Nightmare on Elm Street. La música es pegadiza, atmosférica y memorable, especialmente el tema principal que reinterpreta la icónica melodía de la película con el chip de sonido de la NES, creando un himno de terror inolvidable. La dirección artística es soberbia para la plataforma. Los sprites son detallados y reconocibles, y el uso de la paleta de colores para diferenciar el mundo real del Mundo de los Sueños es brillante, pasando de tonos relativamente normales a rojos, morados y negros opresivos.

    PARTE VIII – Secretos tras el Arcoíris de LJN

    Este cartucho esconde más de un secreto entre sus circuitos:

    • Desarrollo Inicial: Originalmente, el juego fue concebido de una forma muy diferente. El jugador iba a controlar directamente a Freddy Krueger, y el objetivo era asesinar a los adolescentes. Nintendo, con sus estrictas políticas de contenido de la época, rechazó esta idea, forzando a Rare a cambiar el concepto para que el jugador fuera el héroe.
    • El Poder de Cuatro: Como se mencionó, el juego soporta hasta cuatro jugadores. Esta es, quizás, su característica más infravalorada. Reunir a tres amigos para enfrentarse a Freddy en cooperativo era una experiencia caótica y revolucionaria para la NES.
    • Freddy Múltiple: En los enfrentamientos finales contra Freddy, este adopta varias formas inspiradas en las películas, como una serpiente gigante o su propia mano con garras convertida en un jefe flotante.
    • Comparativa de Portadas: El box art norteamericano y europeo es icónico: una ilustración de un joven aterrorizado en su cama mientras la sombra de Freddy se cierne sobre él, con un estilo muy de póster de cine de los 80. Es una de las portadas más recordadas y efectivas de la era NES.

    Si quieres conocer otro clásico de Rare para la NES, no te pierdas nuestro análisis de Battletoads. o el terror en los 8-bits tuvo grandes exponentes, como exploramos en nuestro artículo sobre Castlevania.

  • A Boy and His Blob: Trouble on Blobolonia [NES]

    A Boy and His Blob: Trouble on Blobolonia [NES]

    PARTE I – Un Aliado Caído del Cielo

    Hay un sabor que todos los que crecimos en los 8 y 16 bits recordamos: el de la dificultad pura, el de la victoria agridulce tras horas de intentos. Pero entre esos sabores, hubo uno mucho más dulce y peculiar: el de las gominolas. En una era dominada por héroes armados hasta los dientes, un juego nos enseñó que la verdadera fuerza no residía en las espadas o los láseres, sino en la confianza, el ingenio y una bolsa de gominolas compartida con un amigo de otro planeta. Este es el recuerdo de A Boy and His Blob: Trouble on Blobolonia, una joya que demostró que la NES era un lienzo para todo tipo de ideas, por extrañas que parecieran. En este análisis de A Boy and His Blob vamos a desenterrar los secretos de esta obra de culto.

    A finales de los 80, el panteón de la NES estaba copado por fontaneros, elfos y soldados. En ese contexto, la llegada de «A Boy and His Blob» se sintió como una bocanada de aire fresco y creativo. Su nombre completo, A Boy and His Blob: Trouble on Blobolonia, ya era una declaración de intenciones. En Japón, fue conocido como Fushigi na Blobby: Blobania no Kiki (ふしぎなブロビー ブロバニアの危機, lit. «El Misterioso Blobby: La Crisis de Blobolonia»).

    Clasificado como un juego de puzles y plataformas, se desmarcaba por completo de la acción frenética de sus contemporáneos. Fue desarrollado por Imagineering y publicado por Absolute Entertainment, un estudio fundado por David Crane, una leyenda de la industria y cofundador de Activision. La reputación de Crane, creador de Pitfall!, ya era un sello de garantía de que estábamos ante algo diferente. El juego debutó en la Nintendo Entertainment System en octubre de 1989 en Norteamérica, llegando a Japón un año después, en noviembre de 1990.

    PARTE II – Una Trama Dulce como el Caramelo

    La historia de «A Boy and His Blob» es simple, encantadora y directa, contada principalmente a través de su manual y la situación inicial del juego. Una noche, mientras nuestro protagonista (un chico anónimo) duerme, una extraña criatura con forma de gota, un «blob», se estrella en su patio. Su nombre es Blobert, y viene del planeta Blobolonia.

    Blobert ha huido para buscar ayuda: su mundo ha sido conquistado por un malvado Emperador que, en un giro argumental delicioso, ha prohibido todo alimento que no sean dulces, vitaminas y chucherías, de las que se alimenta en exclusiva. Armado únicamente con su ingenio y una bolsa de gominolas que convenientemente tenía en su mochila, el chico decide ayudar a su nuevo amigo. Juntos, deben viajar por la Tierra en busca de tesoros para comprar vitaminas y luego embarcarse en un viaje a Blobolonia para derrocar al tirano goloso. La narrativa, aunque mínima, evoca el tono de las películas de ciencia ficción familiares de los 80 como E.T., el extraterrestre, centrada en la amistad incondicional entre un niño y un ser de otro mundo.

    PARTE III – El Arsenal de Gominolas: Un Gameplay para Pensar

    El núcleo jugable de «A Boy and His Blob» es tan único como su premisa, y es aquí donde reside su genialidad y, para algunos, su frustración. El jugador controla al chico, que no puede saltar muy alto ni atacar. Su única habilidad es lanzar gominolas de distintos sabores a Blobert. Cada sabor transforma al blob en un objeto diferente y útil. Por ejemplo:

    • Regaliz (Licorice): Escalera
    • Manzana (Apple): Gato (para levantar objetos)
    • Lima (Lime): Llave
    • Naranja (Orange): Trampolín
    • Vainilla (Vanilla): Paraguas
    • Ketchup: Puente (¡Sí, ketchup!)

    El «game feel» es deliberadamente pausado. No se trata de reflejos, sino de observación y experimentación. ¿Cómo cruzo este abismo? Quizás con un puente de ketchup. ¿Cómo alcanzo esa plataforma? Una escalera de regaliz es la respuesta. Este análisis de A Boy and His Blob no estaría completo sin mencionar sus controles, a menudo criticados por ser algo imprecisos y «flotantes», lo que podía llevar a muertes frustrantes. La curva de dificultad era extraña; más que aumentar progresivamente, presentaba picos basados en puzles crípticos que exigían pensar «fuera de la caja» o, en muchos casos, un tedioso ensayo y error. Pese a ello, la sensación de resolver un enigma con la herramienta correcta era inmensamente satisfactoria, un desafío intelectual en una consola que a menudo solo pedía destreza con los pulgares.

    PARTE IV – Un Legado de Culto que Perdura

    En su lanzamiento, la recepción de «A Boy and His Blob» fue mixta, pero generalmente positiva. Medios como Nintendo Power elogiaron su originalidad y concepto innovador, aunque señalaron la frustración que podían causar sus controles y puzles. No fue un éxito de ventas masivo, pero su propuesta caló hondo en una comunidad de jugadores que buscaba experiencias diferentes.

    Visto con la perspectiva actual, ¿ha envejecido bien? Jugablemente, sus costuras son visibles. La imprecisión del control y la naturaleza a veces ilógica de los puzles pueden ser exasperantes. Sin embargo, su concepto central sigue siendo brillante y encantador. Su legado es innegable: se convirtió en un clásico de culto y un ejemplo perfecto de diseño de videojuegos audaz. Su influencia se cimentó con una secuela para Game Boy y, sobre todo, con la aclamada reimaginación de 2009 desarrollada por WayForward para Wii, que modernizó los controles y expandió el universo con un arte exquisito, demostrando la atemporalidad de su núcleo emocional.

    PARTE V – La Búsqueda del Blob en Español

    El lanzamiento original de «A Boy and His Blob» en la NES nunca contó con una traducción oficial al español. Los textos del juego eran escasos, pero la barrera del idioma en el manual y los nombres de las gominolas podía suponer un pequeño obstáculo. Afortunadamente, la comunidad de fans ha rescatado esta joya para los hispanohablantes. A lo largo de los años, han surgido varios parches de traducción no oficiales (romhacks). Uno de los más reconocidos y difundidos fue realizado por el traductor conocido como «Wander», permitiendo que una nueva generación pueda disfrutar de la aventura con todos sus matices en nuestro idioma.

    PARTE VI – Reviviendo el Clásico a Fecha de Hoy

    Si te ha picado el gusanillo de la nostalgia y quieres ayudar a Blobert, existen varias vías legales y accesibles para disfrutar de esta aventura hoy en día:

    • La Vía Purista (Hardware Original): La experiencia más auténtica es jugar en una consola NES original con su cartucho. Aunque requiere una inversión en hardware retro, sentir el mando original en tus manos es incomparable.
    • Reediciones Oficiales: ¡Buenas noticias! Nintendo ha rescatado el clásico. A Boy and His Blob: Trouble on Blobolonia está disponible en el catálogo de juegos de Nintendo Entertainment System del servicio de suscripción Nintendo Switch Online. Esta es, sin duda, la forma más fácil y legal de jugarlo en una consola moderna.
    • Emulación Responsable: La emulación en PC o dispositivos compatibles es otra opción popular, especialmente para probar las traducciones de fans. Siempre y cuando poseas una copia original del juego, la emulación es una forma fantástica de preservar y disfrutar del título con mejoras como los estados de guardado.

    PARTE VII – El Minimalismo Encantador de su Arte y Sonido

    El apartado audiovisual de «A Boy and His Blob» es un claro ejemplo de «menos es más». Aunque no hay registros claros que separen a los artistas y compositores del equipo de Imagineering liderado por David Crane, el resultado es coherente y memorable. La dirección artística apuesta por la simplicidad: fondos oscuros y cavernosos que contrastan con los diseños sencillos pero expresivos de los protagonistas. El chico es un simple monigote y Blobert es una gota blanca, pero ambos derrochan personalidad. Los sprites de las transformaciones son funcionales y fácilmente reconocibles, un triunfo del diseño con recursos limitados.

    La banda sonora es igualmente minimalista. La melodía principal es un tema corto, pegadizo y que se repite en bucle. Lejos de ser molesto, se convierte en un compañero constante de la aventura, una sintonía que evoca inmediatamente la sensación de exploración solitaria y misterio. Los efectos de sonido, como el «pop» de las transformaciones, son simples pero efectivos, cumpliendo su función a la perfección.

    PARTE VIII – Secretos Caídos de la Mochila

    Como todo buen clásico de NES, «A Boy and His Blob» está lleno de curiosidades y secretos que enriquecen su historia:

    • El Padre de Pitfall!: Su creador, David Crane, es una figura legendaria. Frustrado con la falta de reconocimiento en Atari, cofundó Activision. Años después fundaría Absolute Entertainment, siendo «A Boy and His Blob» uno de sus primeros y más personales proyectos.
    • El Código Konami… a su manera: El juego no usa el famoso código, pero sí tiene un truco icónico. En la pantalla del título, si pulsas Select varias veces, puedes aumentar tu contador de vidas hasta 99.
    • Gominolas Extra: El juego incluye dos sabores de gominola que no transforman a Blobert en nada útil, sino que afectan al entorno o a él mismo. La gominola de Miel (Honey) hace que las abejas se acerquen y la de Chocolate (Chocolate) lo deja inmóil temporalmente. Eran pistas falsas para el jugador.
    • Diferencias de Portada: El arte de la caja es un caso de estudio. La portada americana es icónica por su minimalismo: un simple dibujo del chico y Blobert sobre un fondo blanco, con una gominola en el aire. En cambio, la portada japonesa es un dibujo de estilo anime mucho más detallado y colorido, mostrando una interpretación muy diferente de los personajes.
    • Glitch Legendario: Existe un famoso glitch que permite al jugador saltar en el aire si se alinea correctamente con Blobert después de que este se transforme desde un agujero. Un truco esencial para los speedrunners.

    Si quieres conocer otra creación legendaria de David Crane, no te pierdas la historia de cómo Pitfall! definió el género de plataformas o para otro juego de NES que rompió moldes, visita nuestro análisis de StarTropics.

  • 8 Eyes [NES]

    8 Eyes [NES]

    8 Eyes [NES]

    Parte I – El Eco de un Futuro Roto

    8 Eyes NES Portada

    En el crepúsculo de la era de los 8 bits, la NES ya había forjado sus más grandes leyendas. Sin embargo, existía un rincón oscuro reservado solo para los jugadores más valientes. Era un tiempo donde los manuales eran portales a mundos lejanos y cada cartucho prometía una nueva aventura.

    En este fértil ecosistema, un título peculiar y ambicioso aterrizó en la consola de Nintendo en 1990: 8 Eyes. A menudo eclipsado por sus contemporáneos, este juego es un fascinante artefacto de su tiempo. Es una joya oculta que fusionó la acción de Castlevania con una mecánica cooperativa única y una dificultad legendaria.

    Prepárate para un viaje a un futuro post-apocalíptico. Aquí, la humanidad depende de la sinergia entre un guerrero y su fiel halcón. Este es el análisis de 8 Eyes para NES, una de las aventuras más enigmáticas de la consola.

    A finales de los 80, la acción directa y las plataformas dominaban los salones recreativos y las consolas domésticas. En este contexto, 8 Eyes se presentó como un juego de acción con una ambientación sombría y una propuesta audaz. El estudio japonés Thinking Rabbit lo desarrolló y SETA lo publicó. El juego llegó primero a Japón el 28 de septiembre de 1988. No sería hasta enero de 1990 que cruzaría el Pacífico para aterrizar en la NES norteamericana.

    Thinking Rabbit no era un gigante como Konami o Capcom. Sin embargo, tenía una reputación de crear títulos ingeniosos. Con 8 Eyes, buscaron dejar una marca indeleble, inspirándose en el éxito gótico de la saga Belmont, pero añadiendo su propio y distintivo giro.

    Parte II – Un Canto de Esperanza en el Yermo Nuclear

    La narrativa de 8 Eyes nos sumerge en un futuro lejano y desolador. Cientos de años después de un cataclismo nuclear, la civilización humana está en ruinas. El caos y la guerra dominan el mundo. La esperanza de reconstruir reside en los «8 Ojos», ocho joyas de inmenso poder recuperadas del corazón de las explosiones atómicas.

    Sin embargo, los ocho Grandes Duques del Rey robaron estas gemas. Corrompidos por la codicia, se han atrincherado en sus extraños y peligrosos castillos.

    En este desolador panorama, emerge nuestro héroe: Orin el Halconero, el más valiente de los guardias del rey. Acompañado de su inseparable halcón de combate, Cutrus, Orin se embarca en una misión desesperada. Debe infiltrarse en los ocho reinos, derrotar a los duques traidores y recuperar las joyas para devolver la paz al mundo.

    La historia, contada a través de la introducción y el manual, era sorprendentemente rica para su época. No se limitaba a «salvar a la princesa». Construía un lore post-apocalíptico con un tono grave y solemne, una aspiración narrativa que lo distinguía de muchos contemporáneos.

    Parte III – La Danza Mortal de Dos Voluntades

    El núcleo jugable de 8 Eyes es donde brilla con luz propia, pero también muestra sus aristas. A primera vista, se parece a Castlevania. Controlamos a Orin, que ataca con una espada y puede usar armas secundarias. Los saltos son deliberados y algo rígidos. Los enemigos siguen patrones fijos que exigen memorización y precisión.

    La gran innovación es Cutrus, el halcón. El jugador controla a Orin con el D-pad y, simultáneamente, a Cutrus manteniendo presionado el botón B. El halcón puede atacar enemigos, presionar interruptores y proteger a Orin, pero tiene su propia barra de vida. Esta mecánica de control dual es el alma y el mayor desafío del juego. Dominar la coordinación entre ambos personajes es fundamental para sobrevivir.

    Esta idea se expande de forma brillante en su modo cooperativo. Un segundo jugador puede tomar el control de Cutrus. Esto convierte la experiencia en un ejercicio de comunicación y sincronía sin igual en la NES. Además, el juego adopta una estructura no lineal al estilo Mega Man, permitiendo elegir el orden en que enfrentas a los duques. Cada duque es débil a un arma que se obtiene al derrotar a otro. Esto crea un orden estratégico para superar los niveles.

    La dificultad es brutal, un claro ejemplo del «Nintendo Hard». Enfrentarás enemigos implacables, saltos milimétricos y jefes que no perdonan. No es una curva injusta, pero sí una que exige paciencia, práctica y un dominio absoluto de su compleja jugabilidad.

    Parte IV – Un Clásico de Culto Forjado en Dificultad

    En su lanzamiento, 8 Eyes recibió una recepción mixta. Revistas como Nintendo Power elogiaron su originalidad y banda sonora. Sin embargo, criticaron su abrumadora dificultad y sus controles, a menudo considerados toscos. Fue un juego que no conectó masivamente con el público, quedando como una nota a pie de página en el catálogo de la NES.

    Visto con la perspectiva del tiempo, ¿ha envejecido bien? La respuesta es compleja. Sus controles rígidos y su elevada dificultad pueden frustrar a los jugadores modernos. Sin embargo, su ambición es innegable. La mecánica de Orin y Cutrus sigue siendo única y su atmósfera oscura y soberbia banda sonora han resistido bien el paso de las décadas.

    Hoy, 8 Eyes es recordado como un clásico de culto. Es una «joya oculta» venerada por quienes buscan un desafío de la vieja escuela y aprecian las propuestas arriesgadas. Su legado reside en ser un testimonio de la experimentación y creatividad que florecieron en la era de los 8 bits.

    Parte V – El Idioma de los Halcones

    Como era habitual en la época para muchos títulos de nicho en la NES, 8 Eyes no recibió una traducción oficial al español en su lanzamiento original. Los jugadores de España y Latinoamérica tuvieron que experimentarlo en inglés, dependiendo del manual para desentrañar los detalles de su intrigante historia.

    Afortunadamente, la dedicación de la comunidad de fans ha permitido que este clásico pueda ser disfrutado en nuestro idioma. A lo largo de los años, han surgido varios parches de traducción no oficiales. De hecho, existen al menos dos versiones destacadas. La más antigua fue realizada por DJ Traducciones. Más recientemente, el traductor «Wave», del grupo Traducciones Wave, realizó una de las traducciones más conocidas, adaptando los textos para las nuevas generaciones de retrogamers.

    Parte VI – Cómo Jugar a la Leyenda de Orin y Cutrus Hoy

    Para aquellos valientes que deseen enfrentarse al desafío de los ocho duques, existen varias vías legales para disfrutar de 8 Eyes a fecha de 1 de septiembre de 2025.

    1. La Experiencia Purista (Hardware Original): La forma más auténtica es, por supuesto, conseguir un cartucho original de NES y jugarlo en la consola para la que fue concebido. Aunque puede ser una opción costosa para coleccionistas, ofrece la sensación genuina de los controles y la visualización en un televisor CRT.
    2. Reediciones Oficiales en Plataformas Modernas: Afortunadamente, el juego ha sido rescatado del olvido. La compañía Piko Interactive, especializada en la preservación de videojuegos retro, adquirió los derechos y ha publicado 8 Eyes en la plataforma Steam para PC. Esta versión es la forma más accesible y recomendada para jugarlo hoy en día, asegurando la compatibilidad con sistemas operativos modernos.
    3. Emulación Responsable: La emulación es una herramienta vital para la preservación de la historia del videojuego. Siempre abogando por el uso de software y copias de seguridad de juegos que poseas legalmente, es una vía para experimentar el título.

    Parte VII – Píxeles Góticos y Melodías Desoladoras

    El apartado audiovisual de 8 Eyes es uno de sus puntos más fuertes. El arte evoca un mundo gótico y en decadencia, con castillos llenos de gárgolas y mazmorras lúgubres. Aunque la paleta de colores de la NES era limitada, el juego la utiliza con maestría para crear una atmósfera opresiva que recuerda a los primeros Castlevania.

    Pero donde 8 Eyes realmente se eleva es en su banda sonora, compuesta por Koji KITA. La música es espectacular. Cada nivel tiene una melodía memorable que define el tono del escenario. El tema de la pantalla de selección de nivel es particularmente icónico. Es, sin duda, una de las bandas sonoras más infravaloradas y brillantes de la NES.

    Parte VIII – Secretos Enterrados en las Ruinas

    Como todo buen clásico de la NES, 8 Eyes guarda un buen puñado de secretos y curiosidades que enriquecen su leyenda.

    Desarrollador Fantasma: Thinking Rabbit, el estudio desarrollador, es una entidad bastante misteriosa. Son más conocidos en Japón por la serie de juegos de misterio The Famicom Detective Club, y 8 Eyes fue una de sus pocas incursiones en el género de acción pura..

    El Orden Correcto: Aunque el juego permite elegir nivel, existe un orden «correcto» para facilitar la aventura, ya que el arma que consigues de un jefe es la debilidad de otro. El orden óptimo es: España -> Egipto -> Italia -> India -> África -> Alemania -> Arabia -> La Casa de la Plaga.

    Portadas Regionales: Las portadas de Japón y Norteamérica son radicalmente diferentes. La japonesa es una ilustración de estilo anime más tradicional, mostrando a Orin y Cutrus en una pose heroica. La norteamericana, en cambio, es una pintura mucho más oscura y realista, con un Orin musculoso y un halcón amenazante, muy en la línea del arte occidental de la época que buscaba un tono más «maduro».

    Finales Ocultos: El juego tiene varios finales. Para ver el verdadero y mejor final, no solo debes recuperar las 8 joyas, sino también colocarlas en el Altar de la Paz en el orden correcto. Si fallas, obtendrás un final malo donde el mundo es destruido. ¡La presión es real!

    El Nombre del Halcón: El nombre de Cutrus es, posiblemente, un homenaje a la famosa espada «Curtana», también conocida como la «Espada de la Misericordia», parte de las Joyas de la Corona del Reino Unido, añadiendo otra capa de lore al trasfondo del juego.

    Si te gustan los desafíos de acción y plataformas con una ambientación gótica, no te pierdas nuestro análisis de Castlevania III: Dracula’s Curse o la estructura de selección de niveles te recordará sin duda a otro gran clásico, como detallamos en nuestro análisis de Mega Man 2.